En el 2018 un paramilitar asesinó a su hijo que protestaba a la dictadura.

“Aquí en esta ciudad (Estelí), desde un punto cercano, en este parque, un francotirador dispara contra un joven para descubrir después con horror que era su hijo”.

Boaco 30/6/2019
Fuente La Prensa, y de el Mural de Facebook de Fidelina Suárez Moreno.
El karma de un paramilitar
Reynaldo Obregón, paramilitar esteliano salió como todos los días a cumplir su infame labor: atacar a balazos las protestas estudiantiles. Ese 30 de mayo del 2018 su vida habría cambiar para siempre. En la manifestación atacada y en la que participó estaba su propio hijo, Cruz Alberto Obregón de 23 años, quien resultó muerto. Esta dramática historia es contada hoy por la revista Domingo de La Prensa. Fue monseñor Abelardo Mata, obispo de Estelí el que dijo el pasado 23 de junio que en esa ciudad, desde el punto cercano a un parque, un francotirador dispara contra un joven para descubrir después con horror que era su hijo. A Obregón que trabaja como guarda de seguridad, se le ve ahora totalmente cambiado, está deprimido, camina cabizbajo por las calles y llora, dice la narración de Domingo. Una tragedia que nos revela hasta donde puede llegar el fanatismo y culto al gobierno. Obregón pertenece a una familia sandinista de generaciones, pero su hijo azul y blanco peleaba por un cambio.
Fidelina Suárez Moreno Facebook
Reynaldo Obregón, paramilitar esteliano salió como todos los días a cumplir su infame labor: atacar a balazos las protestas estudiantiles. Ese 30 de mayo del 2018 su vida habría cambiar para siempre. En la manifestación atacada y en la que participó estaba su propio hijo, Cruz Alberto Obregón de 23 años, quien resultó muerto. Esta dramática historia es contada hoy por la revista Domingo de La Prensa. Fue monseñor Abelardo Mata, obispo de Estelí el que dijo el pasado 23 de junio que en esa ciudad, desde el punto cercano a un parque, un francotirador dispara contra un joven para descubrir después con horror que era su hijo. A Obregón que trabaja como guarda de seguridad, se le ve ahora totalmente cambiado, está deprimido, camina cabizbajo por las calles y llora, dice la narración de Domingo. Una tragedia que nos revela hasta donde puede llegar el fanatismo y culto al gobierno. Obregón pertenece a una familia sandinista de generaciones, pero su hijo azul y blanco peleaba por un cambio.

El Paramilitar que asesinó a su propio hijo que protestaba con su Bandera Azul y Blanco.
A Reynaldo Obregón, un esteliano que trabaja como guarda de seguridad en Enacal de Estelí, le han visto un cambio radical de ánimo en el último año. Está deprimido, dicen. Camina cabizbajo por las calles. Y llora.

El obispo de esa ciudad, monseñor Abelardo Mata, dijo el pasado domingo 23 de junio, en misa, mientras hablaba de los jóvenes asesinados por la dictadura orteguista desde que iniciaron las protestas sociales en abril de 2018: “Aquí en esta ciudad (Estelí), desde un punto cercano, en este parque, un francotirador dispara contra un joven para descubrir después con horror que era su hijo”.
Junio 30, 2019.
Tomado de La Prensa.
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